Roly Cuevas
Desde mi incorporación al activismo político en pos de la Democracia y las Libertades en la sufrida Cuba, he dado seguimiento a las marchas dominicales en la calle quinta avenida, y la posterior represión que se produce en la esquina de tercera y veintiséis, en Miramar, contra los activistas políticos que se manifiestan por esa tan soñada Cuba Libre.
Desde hace un par de fines de semanas vengo apreciando con profunda preocupación, como el único baluarte real de los ejercicios de democracia en Cuba, ha sido poco a poco diezmado.
Reconozco la actitud de Antonio Rodiles, un hombre que a todas luces, parece ser lo más cercano a un visionario en la Cuba de hoy, y también de Berta y Ángel, sin quienes es imposible llevar adelante un reclamo coherente al régimen, por ser, en primerísima instancia las caras más visibles del sufrimiento del pueblo cubano, pero me temo que nada de esto es suficiente y necesitamos más.
Las Damas de Blanco, deben avanzar unidas a #TodosMarchamos, porque más que una alianza es un deber patrio, pero no deben dejar de ser Las Damas de Blanco. No deberían trocar los caminos, no se podría conceder al régimen totalitario en regalo por su bestial represión, el parque de Santa Rita, mucho menos en el contexto actual, dónde un congreso del arcaico, único y obsoleto Partido Comunista, está a las puertas.
Las Damas eran muchas más de las que vemos en los últimos domingos, Berta Soler siempre marchaba al frente, como otrora lo hiciera Laura Pollán, y Antonio y muchos otros, servían de acompañamiento solidario a estas mujeres, a la vez que exigían y clamaban por una Cuba verdaderamente libre. Hoy ya no es así.
Berta se encuentra en el ocaso, pese a su viaje a Washington y sus inestimables declaraciones sobre la situación actual en Cuba y las políticas de Barack Obama, su presencia está reducida por el innegable impacto de la represión, pero las Marianas de Cuba no pertenecen a los Castro, esa es una estirpe en las mujeres de esa Isla, que saben luchar por sus anhelos de libertad y esperanza. No hay justificación para desestimar la lucha, para cambiar los escenarios logrados, y ceder espacio a las habladurías y manipulaciones de una dictadura en decadencia.
#TodosMarchamos es sin duda el amanecer de la oposición política, es la luz de esperanza para el pueblo, es el anhelo de todos y todas los que queremos entrar en una Cuba distinta, renovada, con los aires de grandeza de antaño, solo que para eso no pueden estar divididos.
Si por #TodosMarchamos, el régimen asesta más fuertes e inverosímiles golpes, las Damas de Blanco, incólumes como hasta ahora deberán alzar la voz y los gladiolos, aún cuando sus hermanos sean obligados a callar, pero han de hacerlo por la quinta avenida, eso siempre será un ácido directamente en vena a la dinastía que gobierna en Cuba, y una lección internacional.
La unión de fuerzas, es imprescindible, pero sin que desaparezca o se confunda uno de sus miembros, sin que la representatividad de las Damas de Blanco se vea opacada por la pérdida de su parque, único asidero de esperanza para el pueblo de Cuba.
Estoy seguro de que los sabios hombres de política de la Cuba de hoy sabrán entender mis palabras, a los necios o los que discrepen, mis mayores respetos, se que desde afuera se puede hablar mejor, pero también se piensa a veces con más facilidad y soltura, porque las condiciones nos permiten analizar mejor.
La victoria será de Cuba, y las Damas de Blanco junto a #TodosMarchamos, en NUESTRO PARQUE de Santa Rita, estarán destinadas a escribir las más bellas, sufridas y profundas páginas de nuestra historia de verdadera rebeldía nacional.
Cuba con Lupa 